Primer día de clases 2.

Tuvimos la mala suerte de llegar después que el profesor. Lo que ellos odian y a mi pesar, al ser nueva y no conocer el carácter del profesor no sabia que tipo de escusa usar.

Sol entro disculpándose y se sentó apresuradamente.

Listo. Primer día de clases. Llego tarde. Unas, veinte personas mirándome fijamente. Tome aire y entré sin pensarlo al salón.

-Usted debe ser la alumna nueva.

-Si, disculpe la tardanza.

-¿Florencia verdad?  Solo la disculpo por ser el primer día de clases, procure no volver a hacerlos o se llevará tarea extra.

-Si claro.- el profesor gruñón, que bien.

Justo cuando estaba buscando un asiento vacío volvió a hablar.

-Me olvidaba ¿Podría presentarse ante la clase? Nombre, de que colegio vienes y si fue la primera ves que te cambias de colegio.

Las manos comenzaron a temblarme, siempre me pasa cuando me pongo nerviosa, para tranquilizarme normalmente tomo una hoja y la doblo y la desdoblo, pero esta vez no tengo ninguna.

-Florencia Bernardi, es la quinta vez que me cambio de colegio, y mi anterior colegio se llamaba “Natural School”.

Iba a un colegio bilingüe amante de la naturaleza.

-Muy bien ¿Alguien tiene alguna pregunta?

-Si – contesto un chico de cabello rubio medio largo lacio y de ojos celestes. - ¿Por qué el nombre de tu escuela?

Me hablo directamente pero con un aire engreído que me molestó, pero trate de disimularlo, no quiero peleas el primer día de clases.

-En Natural School, te enseñan a respetar a la naturaleza, y a cuidarla, para que cuando seas mayor, como somos el futuro de los adultos, tengamos un mundo con vegetación, por eso esta escuela no esta solamente en Buenos Aires, si no que hay una escuela de esta en cada Provincia, porque lo que aprendemos nosotros, lo vamos a transmitir a los demás, de tal manera que haya mucha gente cuidando la naturaleza, de esta ideología sale el nombre de mi anterior colegio.

- Yo plantando una planta, no puedo ni imaginármelo.

-Matt, contrólate. –dijo el profesor.

Como no darme cuenta. El típico chico popular estaba ante mis ojos.

Por alguna razón inexplicable de un chiste que se ve no pude captar, más de medio grupo de estudiantes se estaba riendo. Y yo no pude con mi genio, me trague la vergüenza y respondí de la mejor manera posible.

-Por personas como tu es por lo que hacemos esto tratando de concientizar a la gente que no valoriza lo natural y solo ve lo económico como esencial en su vida y gracias a esto la contaminación aumenta los desastres naturales son inesperados en lugares imprevistos y hay muchas especies en extinción tanto plantas como animales. Deberían salir de su burbuja y mirar un poco lo que los rodea.

Unos diez alumnos no se reían de lo que había dicho Matt. Y luego los demás hicieron lo mismo ante mi respuesta.

Nadie me pasa por arriba.

-Puedes sentarte Florencia. -Lo mire con cara de “¿Dónde quieres que me siente? ¿En el piso o al lado de alguno de esos imbesiles? – con Dylan, levanta la mano así sabe quien sos.

Tuve que tomar aire un chico de pelo negro semi largo y lacio de ojos azules, un chico infartarte levantó la mano.

Casi me tropiezo.

Me observaba atentamente a la cara ¿Tenia algo? Pero si me había fijado antes. Me incomoda que me miren fijo es como que analicen todos tus movimientos esperando un error.

Lo que me impresionó fue que no solo el lo hacia, todo el grado me observaba: unos con curiosidad otros normal y otros con odio. Genial, me quiero volver a casa los primeros cinco minutos de clase.

Cuando toco el timbre me dirigí a una chica para preguntarle por el buffet del colegio.

-Abajo- contesto cortante.

-Gracias- conteste igual.

Pero fui interrumpida por el mismo imbesil que no valoraba nada.

-Que sea la ultima ves que me hablas así.

-¿Quién te crees que sos?

-Alguien mejor de tu.

-Ja! Eso es lo que tu crees pero por lo que yo veo no llegas ni a los tolones de cualquier ser vivo. Pero no te sientas mal, tus seguidores te acompañan.- dije sonriendo despreocupada y guiñándole un ojo.

Cuando me di vuelta encontré a Dylan con tres chicas y cuatro chicos. Observándome. Trate que no se notara el nudo en el estomago. Y más cuando aumento, cuando ellos me llamaron.